Amanda Woolston es la autora de la carta que publiqué hace un rato. Acabo de descubrir que Amanda escribe un blog que está lleno de información muy valiosa para los que estamos interesados en la temática de la adopción.
Esta es la liga a su blog:
http://www.declassifiedadoptee.com
He aquí la razón por la cual escribe:
"Los adoptados adultos son una fuente fundamental de información acerca de la adopción como institución. Sus percepciones y sentimientos son únicos, ya que los adultos adoptados son en realidad las únicas personas que nos pueden contar cómo se vive la adopción en una sociedad en la que la mayoría de las personas no son adoptadas" - Child Welfare League of America
Este blog nace de mi deseo de compartir mi experiencia y mis vivencias como madre adoptiva. Lo inicio en el quinto aniversario de la llegada de mi nena a nuestra vida, una llegada que revolucionó para siempre mi percepción de la maternidad y de la fuerza del amor que se puede sentir por un hijo. Ojalá pueda ser de ayuda a otros padres adoptivos, a quienes están en camino de serlo, o a aquellos se encuentran en el momento de tomar la decisión.
martes, 29 de mayo de 2012
Carta a mi madre adoptiva
Una de las grandes fuentes de información que he encontrado en este transitar como mamá adoptiva han sido los blogs de otras madres adoptivas. Con ellas he aprendido muchísimo, lo cual les agradezco enormemente!!
Hoy Madre de Marte ha publicado esta carta que me ha parecido hermosísima, muy real y cercana, por lo que la comparto con ustedes.
Hoy Madre de Marte ha publicado esta carta que me ha parecido hermosísima, muy real y cercana, por lo que la comparto con ustedes.
A mi madre adoptiva en ciernes,
Es 1985. Me llamo Christen, pero aquí me llaman “Sarah”. Tenía 3 días cuando vi por última vez a mi primera madre y me trajeron a esta casa de acogida. He estado aquí al menos 5 meses, no sé por qué. Tengo una madre de acogida. No sé su nombre.
Condujiste desde Georgia hasta Tenessee para verme. Me sujetas con aprensión. Te han avisado antes de venir que lloro sin pausa a cualquiera que se acerque planteándose la posibilidad de adoptarme. Suspiras aliviada porque no lloro cuando me coges en brazos. 10, ahora 15, ahora 20 minutos han pasado desde que me has cogido y todavía te miro tranquilamente. Serás mi tercera madre. Serás mi última madre.
Te preguntas la mejor manera de criar una hija adoptiva, y los expertos te dicen que yo no tengo necesidades específicas, y que ser adoptada, aunque me lo deberías revelar lo antes posible, no significará nada para mí. No te van a dar ningún apoyo post-adoptivo. Pero somos fuertes.
Nos lo pasaremos muy bien mientras sea pequeña: nos mudaremos a la Costa Este, cerca del océano. Te voy a seguir e imitar en todo. Voy a mostrar talento por el lenguaje y la música y tú vas a hacer todo lo posible para alimentar este talento. Vamos a ir a la playa todos los días en verano. Mirarás cómo me siento en la orilla durante horas pero no sabrás que me pregunto por qué me siento tan atraída por el océano si mi familia originaria es de Tennessee.
Habrá épocas duras. Faltará el dinero hasta que el negocio de papá arranque, cuando sea adolescente. Pero estaré bien.
Mis años de educación primaria serán duros para todos. Seré cabezona, lista, y tendré mi propio estilo. Los otros niños se burlarán de mí. Me secarás las lágrimas cada noche, desde 4º hasta 6º. Llamarás la atención a mis maestros. Escribirás cartas encendidas a la apática administración de la escuela. Te sentirás cómo si no hubieras hecho nada cuando lo habrás hecho absolutamente todo. Te diré que no eres mi “madre de verdad” un puñado de veces debido a la frustración y la incomprensión de la gente. Tú, que eres una persona de natural tranquilo, verás cómo tu hija desarrolla una agudeza verbal y una lengua ácida. Te pondré a prueba, tocaré tus interruptores, y te haré demostrar una y otra vez que me quieres.
Me verás florecer para convertirme en una adolescente que consigue buenas notas, llega a capitana de su equipo de básquet, y que rápidamente se vuelve popular y con muchos amigos. Nos llevarás a mis amigos y a mí donde haga falta y les querrás. Te sentirás frustrada cuando me ocupe en exceso de personas que no se preocupen por mí porque soy incapaz de soportar rechazar a nadie. Cuando me meta en relaciones adultas insanas, te sentirás sin saber qué hacer. Será una de las dos únicas veces que verás a tu marido llorar.
Dejaré a mi novio chungo y me embarcaré en un largo proceso de autodescubrimiento y acabaré por saber qué carrera quiero hacer. Encenderás la vela en mi boda, a la que habrás invitado a casi todo el mundo que conoces para compartir este momento de orgullo. Después, sin historial médico familiar, descubriré un tumor. Te llamaré muerta de dolor y anestesia cuando me despierte en el quirófano. Le preguntarás a Dios “Por qué”, y estaré bien.
Estarás en el nacimiento de tu primer nieto y me verás convertirme en una madre. Verás despertar la adoptada que hay en mí. Te angustiarás cuando empiece a hablar de ser adoptada, de echar de menos a mi primera madre, y de mi interés en mis raíces. Llorarás de frustración cuando este dolor dormido de repente emerja desde mi alma. No entenderás lo encantada que estoy al saber que hace muchos, mis ancestros vivieron cerca del océano. Cuando me embarque para el encuentro, me darás apoyo, pero te sentirás rechazada. Te tendré que decir una y otra vez que no te estoy abandonando, sino que estoy recuperando esta parte de mí que quedó atrás. Te encontrarás con la madre con la que compartes tu hija. Le darás fotos de mi infancia. Verás su cara y la abrazarás.
Verás cómo tu hija le da significado a la pérdida, y la convierte en una buena carrera que le permite ayudar a los demás. Verás cómo entran en acción sus rasgos genéticos y su personalidad y los valores y habilidades que le has enseñado. Me acompañarás a los eventos de los Derechos de los Adoptados. No entenderás por qué al principio, pero querrás hacerlo, y con el tiempo, entenderás el movimiento. Te convertirás en una de mis mejores amigas y en mi mayor aliada.
Y finalmente sabrás que eres una buena madre.
Bienvenida a la maternidad.
¿Estás preparada?
Te quiero,
La niña que sujetas en brazos.
(La autora: Amanda Woolston. Es una adoptada adulta de 20 y tantos, feminista y humanista, trabajadora social y blogger ).
jueves, 17 de mayo de 2012
Si estás ahí, si estás leyendo....
Si estás ahí, si estás leyendo....
Quiero decirte que yo tampoco sé cómo se hace.
Que es como caminar a oscuras, que no ha sido ni es para mí nada fácil.
Quiero que sepas que yo también tengo mis dudas.
Que no es mi idea complicarte, ni que sufras.
Que busco nada más saber de dónde vengo, qué sueños me gestaron. Si fui una pesadilla. Si me dejaste por amor...
No hay en este continuo peregrinar reproches ni reclamos. No busco incomodarte.
Quiero ser en tu vida un soplo de aire fresco, que te permita respirar, hacer liviano tu equipaje. Quiero que vos seas eso para mí. Brisa de paz.
Y deseo con el corazón, cada vez más, que Dios te haya dado buena vida. Amor de quienes te rodearon. Hijos. Una familia.
Qué hayas podido ser feliz... como yo lo fui en incontables momentos de mi historia.
Deseo que estés bien. Deseo conocerte.
Porque tal vez nunca me olvidaste.
Porque yo nunca te olvidé... y tengo un gracias infinito por dejarme nacer que aún te pertenece.
Patri Holmes
Gracias Patri por tan bellas palabras!! Deseo con todo el corazón que un día mi niña pueda sentirse así, que vaya en la búsqueda de su Brisa de paz!!
Quiero decirte que yo tampoco sé cómo se hace.
Que es como caminar a oscuras, que no ha sido ni es para mí nada fácil.
Quiero que sepas que yo también tengo mis dudas.
Que no es mi idea complicarte, ni que sufras.
Que busco nada más saber de dónde vengo, qué sueños me gestaron. Si fui una pesadilla. Si me dejaste por amor...
No hay en este continuo peregrinar reproches ni reclamos. No busco incomodarte.
Quiero ser en tu vida un soplo de aire fresco, que te permita respirar, hacer liviano tu equipaje. Quiero que vos seas eso para mí. Brisa de paz.
Y deseo con el corazón, cada vez más, que Dios te haya dado buena vida. Amor de quienes te rodearon. Hijos. Una familia.
Qué hayas podido ser feliz... como yo lo fui en incontables momentos de mi historia.
Deseo que estés bien. Deseo conocerte.
Porque tal vez nunca me olvidaste.
Porque yo nunca te olvidé... y tengo un gracias infinito por dejarme nacer que aún te pertenece.
Patri Holmes
Gracias Patri por tan bellas palabras!! Deseo con todo el corazón que un día mi niña pueda sentirse así, que vaya en la búsqueda de su Brisa de paz!!
jueves, 10 de mayo de 2012
Ser MAMÁ
Después de varios
meses de ausencia, aquí estoy de vuelta. Justo a tiempo para celebrar el Día de
las Madres.
Tengo el
maravilloso privilegio de ser mamá biológica y mamá adoptiva. Un solo
sentimiento, dos formas diferentes de llegar a nuestra vida. Hijos muy buscados
y muy deseados. Hace casi 20 años que debuté como mamá, son 20 años llenos de
alegrías, satisfacciones y orgullos. Mis hijos son el amor más grande que existe en mi vida. Antes de ser mamá jamás había imaginado que se podía sentir tanto por alguien, que podía pasarme horas contemplando a alguien dormir, que podía sentir que el corazón me iba a estallar en mil pedazos de tanto y tanto amor.
Mi grande se ha
echado a volar, hace un buen rato que no vive en casa, y sin embargo, no lo siento
lejos. El amor y la comunicación que existen entre nosotros no conocen de
distancias. Siempre estamos el uno para el otro. Creo que en nuestra historia
de familia, aparte del amor, la palabra clave ha sido una gran comunicación.
Mis hijos saben que en esta casa se puede hablar de todo, que siempre estaré
para ellos, que las cosas felices las celebraremos juntos, las difíciles
veremos cómo resolverlas también juntos. Que no podrán librar el regaño, pero
que siempre ayudaré en la manera que ellos me necesiten.
Mi chiquita es mi
gran compañera, un gran milagro que llegó a mi vida para voltearla de cabeza.
Con el hermano viviendo en otra ciudad y papá trabajando siempre lejos, Mo y yo
pasamos la mayor parte del tiempo solas. Por ahora mi mundo gira alrededor de su
cole, sus terapias y sus actividades… ahhh claro, y también de mi trabajo y de
la casa. Y de mi gran interés por leer y saber todo lo relacionado con el mundo
de la adopcion, especialmente con la postadopción.
Y es en este
mundo donde he aprendido tantísimo. Uno podría suponer que para ser madre
bastaría con el amor, la dedicación, la comunicación, la disponibilidad, pero
en la maternidad adoptiva esto no basta, se requieren otras
habilidades que en estos seis años he ido aprendiendo. La empatía, la
tolerancia y la flexibilidad son fundamentales. Aceptar que existen diferencias
entre la maternidad adoptiva y la biológica, pero que también tienen muchas
similitudes. Aceptar que nuestros hijos vienen con una historia difícil a
cuestas, una historia en la que no estuvimos presentes, una historia que duele,
aún si en el mejor de los casos no sufrieron maltrato ni estuvieron
institucionalizados. Pero sufrieron un abandono, algunos nada más nacer, otros más grandecitos, y ese abandono
habrá dejado una cicatriz permanente, cicatriz que podemos ayudar a minimizar,
a curar en parte, pero que siempre estará ahí. Empatía para poder ponernos en
el lugar de nuestros hijos, para conectar con ellos y responder adecuadamente a
sus necesidades, compartir sus sentimientos. Flexibilidad y tolerancia para
aceptar a nuestro hijo tal cual es, el hijo real, no el hijo idealizado, flexibilidad
para adaptarnos a sus tiempos, flexibilidad siempre dentro de una
consistencia y una coherencia que ayuden a darles una estructura que será la
base a partir de la cual podrán sentirse seguros en su vida dentro de nuestra
familia.
Y por supuesto…..
una enorme dosis de paciencia.
Muchas felicidades a todas las madres mexicanas en su día!! Un recuerdo lleno de nostalgia para mi mamá, su amor incondicional y su alegría viven en mí por siempre!!