Después de más de dos meses de ausencia y tras un vuelo de más de diez horas, finalmente nos reunimos con papá. Mucha emoción, muchas risas, muchos besos y abrazos y muchísimo por platicar. Y a partir de ahí a disfrutar, pasear, conocer y comer, y vaya que comimos!! Vimos molinos de viento, fuimos a la fábrica de queso y nos enseñaron cómo se hacen los zuecos. Pasamos horas deleitándonos con Van Gogh y Rembrandt y pasamos un día en Madurodam. Papá nos enseñó sus rincones favoritos de la ciudad de los canales y los puentes. Y nos abrazamos y nos gozamos y nos divertimos, y sacamos fotos y más fotos. Y después nos fuimos en tren a visitar la ciudad del niño que hace pipí con su impresionante plaza central y sus librerías llenas de Tintin. Y pasamos un día en una mágica ciudad llena de canales y un impresionante centro histórico que data del siglo XII con la Markt y la plaza Burg y las tiendas de encaje que tienen fama mundial. Y luego otra vez por tren llegamos a la Gare du Nord. Y visitamos la Torre Eiffel, y caminamos por Champs Elysées, y vimos la Mona Lisa y la Venus de Milo y la Coronación de Napoleón y la Libertad guiando al Pueblo de Lacroix. Y en el museo de los impresionistas vimos las obras de arte de Renoir, de Monet y Manet y las bailarinas de Degas, y más de Van Gogh. Y comimos y comimos y comimos, macarons, quiche lorraine, y quesos por montón. Y nos subimos al turibus y fuimos a Notre Dame, a la Place de la Concorde, a Place Vendome, a Les Invalides y a los Jardins des Tuilleries. Y luego nos fuimos al mágico mundo de Disney y ahí estuvimos con Mickey, Donald, Pluto y muchos personajes más. Vimos a las princesas y a los príncipes, lloramos de emoción con el desfile y terminamos el día con un fabuloso espectáculo de fuegos artificiales y proyecciones láser. Y luego volamos a la Madre Patria, y llegando cenamos tapas en el Mercado de San Miguel. Y otro día paseamos por la Gran Vía, y también nos subimos al turibus, y vimos la Plaza del Sol, la Puerta de Alcalá y la Plaza Mayor. Y en el momento de más calor nos refugiamos en el Museo del Prado, y admiramos a Velázquez, El Greco, Murillo, Zurbarán, Goya y Sorolla. Y lamentamos que después de seis horas todavía nos faltara tanto por ver, pero tendremos que volver. Y luego comimos paella. Y más tarde vimos a Lila y Alejandro, y pasamos unas horas deliciosas, y Moni los quería invitar a dormir. Y al día siguiente vimos a Beatriz, y nos abrazamos como si nos conociéramos de siempre, y pasamos el día con ella y todo estuvo muy bien. Y seguimos comiendo y comiendo, quesos deliciosos, jamones, tapas, y muchas cosas más. Y para rematar con broche de oro, en el Café de Oriente conocimos a las Cármenes, y fue un gran placer compartir un rato con ellas. También visitamos librerías y fue una lástima que debido al peso del equipaje no pudiéramos comprar todo lo que nos interesó. Y como remate del viaje, tomamos vacaciones de las vacaciones y nos fuimos a ver a los tíos, y fue el momento más emotivo del viaje, la tía nos mimó a más no poder, y comimos delicioso, y pasamos días tumbados en la playa y comimos "pambolis", un típico plato mallorquí, y nos despedimos con lágrimas esperando volver muy pronto. Y ya estamos de vuelta en México, felices de haber pasado tantos días en familia, con muchas experiencias a cuestas y con el alma llena de todo lo que conocimos.
Y fue un placer inmenso conoceros y compartir un (escaso) tiempo.....
ResponderEliminarBesos
Tendremos que repetirlo, nosotras encantadas de volver, o aquí les esperamos con los brazos abiertos!!
ResponderEliminar¡Qué hermosas vacaciones, son de las que se recuerdan toda la vida!
ResponderEliminarPara mí también fue un gran regalo poder conocerlas y apapacharlas. ¡Quedaron tantas cosas por hablar!
Fueron unas vacaciones de sueño, algo irrepetible!!
ResponderEliminarQuedó mucho por hablar, pero seguramente nos veremos otra vez, aquí o allá, conocerte fue parte del viaje de ensueño.