martes, 2 de octubre de 2012

Palabras que lastiman

Ayer mi princesa estaba triste, no me decía qué pasaba, sólo decía que estaba molesta, que no había sido un buen día. Finalmente al llegar a casa soltó lo que le estaba angustiando. Sus dos mejores amigas le dijeron que es tonta porque no puede leer y escribir. Y lloraba a mares. 

Qué difícil es encontrar las palabras para consolar a nuestros hijos cuando nosotros mismos sentimos el corazón apachurrado. Estuvimos abrazadas un largo rato, cuando su llanto se calmó le dije que no es tonta, que eso siempre lo tenga muy presente, que sólo necesita más tiempo que otros niños. Y le expliqué, con todo mi amor y lo más sencillamente posible, que lo que estamos haciendo en terapias es para ayudarle a remontar las dificultades de aprendizaje. Que todos los ejercicios que hacemos de TMR y BrainGym, y las prácticas de números y letras en casa, son para que muy pronto pueda leer y escribir, que la nueva terapia de Tomatis que estamos tomando también le ayudará para ese fin. Lo único que puedo hacer es darle seguridad en ella misma, darle las armas para hacer frente a este tipo de comentarios, que mucho me temo no serán los últimos. También de paso entendió un poco mejor el fin de tantas terapias, que por supuesto son cansadas para ella. No es fácil para una niña de 8 años ir a una terapia de estimulación auditiva 3 semanas dos horas diarias, y oír sólo música clásica, pues como ella dice, sin tan sólo me pusieran a Shakira... 

Más tarde la oí hablar por teléfono con su papá, que está trabajando, para no variar, en otra ciudad. Y me gustó la seguridad con la que le contó lo que sus amigas habían dicho, ya sin llanto, pero que su mamá le había dicho que no es tonta y que sólo necesita un poco más de tiempo. Luego hablé con el papá y era otro corazón apachurrado, y eso que el hermano no se ha enterado, así somos en esta familia, como un cacahuate garapiñado, todos unidos en las alegrías y las tristezas, siempre compartiendo todo. 

Sería maravilloso que no hubiera este tipo de comentarios entre los niños, pero los hay, y seguramente en alguna ocasión ha sido mi hija la que ha lastimado a alguien con un comentario. Cuando me he enterado de alguna situación así, con ella o con mi hijo mayor, hemos hablado acerca de la empatía, de ponerse en el lugar del otro niño e imaginarse lo que puede sentir con un comentario hiriente o con las burlas de sus compañeros. No puedo luchar contra el mundo, lo único que puedo es darles armas a mis hijos para reforzar su autoestima y enseñarles a ser más empáticos con los demás.

8 comentarios:

  1. Me encanta lo que le has dicho a tu hija.Si es duro explicar a un niño ciertas cosas,yo todos los dias intento combatir eso en mi trabajo.Un saludo

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  2. Gracias Marina!! Es difícil evitar los comentarios entre niños, por eso siempre trato que se pongan en el lugar del otro. Un abrazo desde el lejano y al tiempo tan cercano México

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  3. Los niños pueden ser muy crueles,y tienen la habilidad de encontrar los puntos que más duelen. Ojalá pudiéramos luchar siempre al lado de nuestros hijos,ojalá sepamos darles esas armas o esa bandera de paz, para que puedan defenderse.Preciosa entrada.Un abrazo enorme. Mercedes Moya

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  4. Hola Mercedes, gracias por pasar y comentar!! Efectivamente, los niños son crueles y no se dan cuenta del daño y dolor que causan a otros niños. Pienso que nosotros como padres debemos darles las armas para que su autoestima crezca y para que puedan defenderse, y también hacerles conciencia del daño que pueden causar a otros niños con sus comentarios y burlas. Te mando un abrazote. Alejandra

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  5. Me ha gustado como has tratado el tema, a veces es difícil mantener la calma y encontrar las palabras y el tono adeucado.
    un abrazo
    Itsaso

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  6. Nuestros hijos son tan sensibles!!! Y quién puede evitar que las palabras les duelan?' Ni siquiera nosotras...la clave, y es lo difícil, está en enseñarles a que a muchas palabras hay que hacerlos oídos sordos...Cuando mi hija entró en su nuevo colegio, el año pasado, con 6 años...la palabra "china" le sonó a puñal...Ha pasado un año y hoy...esa palabra, que es tan maravillosa para ella y para mí, ahora le suena a "niños incultos que no saben de su significado real" y aunque le duela, aún, lo hace con menos intensidad, lo noto...o al menos ella, cuando la escucha como insulto...la relativiza y...ya contesta...a su manera al que "con intención" ha querido ridiculizar una circunstancia de la que mi niña está tan orgullosa...Hacerlos fuertes...ufff! qué difícil, verdad???

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  7. Difícil pero es la única manera de que puedan enfrentarse a estas situaciones. Conozco bastante bien a las madres de estas dos niñas, y podría hablar con ellas, pero siempre prefiero que mi hija aprenda de la situación y salga fortalecida. Porque ahora fueron ellas, más adelante serán otros, y entre más grandes, suelen ser más crueles. Es imposible defenderlos de todos y de todo. Un abrazote Mei.

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